Por las innumerables palizas que os he dado ya conocéis de sobra mi debilidad casi neurótica por los 24-70F2,8 pata negra.
Es una verdadera pena que en esta ocasión el bueno de Ken Rockwell no haya aderezado su análisis del Sony FE 24-70F2,8 GMaster con miles de fotografías todas echas con la Sony Alfa 7R II y vistas a tamaño real. Hubiera soportado, además de su palmera y estación meteorológica, algunas instantáneas de su simpática familia o incluso de su modesta mansión y alrededores. En fin, no ha podido ser.
Así que absolutamente triste y compungido por tan luctuosos acontecimiento me limitaré a poner aquí los clásicos apartados de: «lo bueno, lo malo y lo que echo en falta», destacando naturalmente la primera línea de lo bueno, cosa que para un paisajista mediocre como yo es fundamental.
Good:
- Ultrasharp at every setting, especially f/2.8.
- Excellent bokeh.
- Fast f/2.8 for low light.
- Very fast and essentially silent autofocus.
- Focus lock button.
- Metal filter thread.
Bad:
- $2,200
- Big and heavy.
Missing:
- No image stabilizer — but most Sony cameras do this internally with sensor shifting.
- No focus or depth-of-field scales.
Aún así, lo poco que se ve es como para aplaudir con las orejas. La serie GMaster de Sony rivaliza y puede mirar de cara a cara a los mejores desarrollos ópticos de la historia, y como ya sabéis hoy mismo ha aparecido un nuevo miembro, el retratero Sony FE 100mm f/2.8 STF GM OSS: Ftc 8-2-2017.
Ahora ya son cuatro:
Este es el análisis de Ken Rockwell
Nota tonta:
Cuando veo cosas así, algún becario de Lucifer que siempre me vigila no pierde la oportunidad de tentarme y susurrarme al oído: «es el momento de que te transfugues a Sony con la Alfa 7R II y este 24-70, y ya verás lo que vas a gozar».
Por otra parte, mi Señora Fátima Báñez, que me vigila aún más de cerca, se me manifiesta en sueños y me susurra cosas así: «recuerda Adolfo que la templanza y la moderación son virtudes cristianas y que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita, y con la pensión que yo te doy generosamente todos los meses lo mejor es que te dediques al parchís».
Ya veis, así transcurren mis noches, y por ello, entre otras cosas (porque hay más y todas ellas son inconfesables), soy un adicto, además de a los 24-70 para negra, a los ansiolíticos de todos los modelos. Mi favorito es el Trankimacin 0,5mmg. Mano de santo, oiga.
Nota más tonta todavía:
Cuando Canon entra en juego las cosas caras se conviereten en baratas, o por lo menos se aproximan: Sony 2.146 euros + 3.290 euros y Canon 1.925 euros + 3.740 euros
Total: kit Sony 5.436 euros y kit Canon 5.665 euros. Qué, ¿ hay como para pensárselo o no ?
Esa «Nota tonta» está sencillamente genial Adolfo. Cómo me he identificado con ella.
Un cordial saludo.