Por motivos que seguramente algún día explicaré, a estos tres señores que aparecen en la imagen ilustrativa: Mr. Hayakawa, Mr Okada y Mr Izuki, no solo les deseo una eterna cadena perpetua en la prisión más inmunda de nuestro mundo mundial, sino que además les deseo una condena inquisitorial en la hoguera, pero con rito medieval, con brochazos de aceite y cantos obscenos del populacho enardecido incluidos. Pero eso es otra historia, historia en la que estoy metido ahora y que aún no ha acabado, así que sea cual sea su final igual algún día la acabo contando.
Entre tanto, si os apetece le podéis echar un vistazo a la L-fábrica que L-Canon tiene en Utsunomiya, a unos 130 Km al norte de Tokio.
Nota tonta: con alguno de los trastos que aparecen en las imágenes yo sería feliz, y no hablo de los cristalitos, que también, hablo de los de analizadores para el control de calidad.
Quito a 22 de mayo 2018
Buenos días mi comentario va dirigido a la compañía CANON pues no entiendo cómo es posible que en latino América ingresen productos CANON como la impresora CANON PIXMA MG 2120 y otras sin que la distribuidora de CANON en el país ECUADOR no lo registren su ingreso, pues al acercarme a la distribuidora me manifiestan que ellos no son responsables de los respectivos suministros y mantenimiento del producto.
Como ustedes comprenderán esto hace que los suministros como los cartuchos o toners tengan un precio exagerado, permitiendo que el precio de los dos cartuchos sea igual o mayor al precio de la impresora, algo talmente absurdo y lo que es peor no hay un organismo público de control que regule y no permita este atropello a los usuarios.
Mi comentario tiene que llegar a oídos de CANON para que realice las respectivas correcciones sobre este particular, pues estoy convencido que ellos NO saben sobre esto; no puedo creer que una empresa tan prestigiosa permita este atropello a los usuarios con sus productos.
Atentamente
Francisco Fabara