Como es una compacta antitanque y playera y como encima es solo el primer capítulo de lo que será un interminable culebrón de los que nos tiene acostumbrados Imaging Resource, ahí lo dejo.
El espécimen sometido a tortura es la rutilante Olympus TG-5 que toma el relevo de la también rutilante TG-4.
El reto, si el agudo lector decide aceptarlo (tal como decían en misión imposible), es descubrir las diferencias entre ambas.