Pues eso, el supergurú supernikonista super Thon Hogan, generalmente muy bien informado en «affaires» Nikon, dice que a pesar de que Japón – ¿ quien será Japón ? – aconseja que Nikon se busque un hermano mayor, no es muy probable que Fuji compre a Nikon.
Eso se puede interpretar de muchas maneras.
¿ Finalmente Nikon no necesita ayuda, si la necesita no es Fuji un buen socio, quizás está Sony al acecho ? ¿ Os imagináis a Canon comprando a Nikon ?
En fin, seguro que en el artículo Thom cuenta muchas cosas, pero es tan árido y mi conocimiento de brexenglish tan escaso que me ha dado una pereza infinita decodificarlo.
Igual a vosotros os cuesta menos.
Hace un par de días ya apunté, que el resurgir del viejo affaire de Fuji en Nueva Zelanda, complementado con una replica en Australia no era casual. Los departamentos de comunicación actūan al dictado de los consejos y en cierta forma, se teatraliza que Fuji ya tiene sus problemas, como para tener que ocuparse del de los demás, y lo hace precisamente ahora que parece haber encarrilado a la perfección su nicho objetivo, muy lejos de la batalla del fullframe y bajo una diferenciación y posicionamientos, tan clásicos como al tiempo novedosos.
Y como bien apunta Thom, la cosa va de orgullo patrio, de no perder a otro de los grandes embajadores de Japón en el mundo, un estandarte estėtico y simbólico, ya que la realidad pasa por producir en cualquier país que le permita competir, desde China, Tailandia, Filipinas, etc…
Pero lo que chirria dolorosamente en el orgullo nipón, es ver como los chicos del servicio, el camarero de turno, se queda con el restaurante… eso unido a las rencillas históricas latentes entre China y Corea, hacen del tema una cuestión de estado. Cuestión que para los miembros del consejo, con una exposición de riesgos insostenible, responde bajo los parámetros éticos de un náufrago, anteponiendo su supervivencia a cualquier otra consideración y más si es de índole estética o patriótica.