Por lo anormal del asunto que llega claramente a la categoría de «anomalía», un fabricante de software tan soberbio como adobe (soberbio de sobrado, no de magnífico) reconoce sus pecados y que Lightroom es más lento que el caballo del malo después de haber tropezado con una roca.
Así pues, se ha pasado por la ferretería y ha comprado un buen surtido de grasas y aceites para aligerar el programa lo que considera ahora su prioridad absoluta. ¡¡¡ Como estaría la cosa !!!
To be continued …………….
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