Pues si señor, no es ni más ni menos que eso.
El intrépido autor ha convertido su Bronica ETRS en una cámara de película instantánea que él ha llamado Broniva Instax V2 (supongo que la V1 falleció en el quirófano), y nos cuenta como lo ha hecho.
Lo único que se me ocurre comentar son dos cosas: el hombre se ha metido en un berenjenal digno de neurocirugía traumatológica, pero la verdad es que muy «pulido» no es.
Vosotros mismos.
Hombre, para un domingo vale, ¿ no ?
Intrépidos bricoleadores, razón aquí.
Nota tonta por innecesaria: cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo.