Hay un límite, que ahora no me acuerdo como se llama, que fija el momento en que las máquinas (inteligentes, por supuesto) aprenderán a crear otras máquinas. En eso momento la humanidad ya no será necesaria y desaparecerá, por las buenas o por las malas. De todas maneras yo no me preocuparía mucho pues ese límite está aún muy lejos y estoy convencido de que la humanidad se eliminará a ella misma mucho antes.
Bueno, pues aunque no tenga demasiado que ver, algo si que hay de ello.
Resulta que el cochecito de Google Street se ha subido también a algunas montañas y ha hecho fotos que sustituyen incluso con ventaja a las que fotógrafos profesionales o aficionados han podido hacer de los mismos parajes. Ya no es necesario que el fotógrafo de naturaleza y paisaje se pegue unas sudorosas excursiones en plan senderismo o mini escalada para llegar a parajes maravillosos a la hora adecuada. Google lo ha hecho ya por ti, así que desde la comodidad de tu despacho o sofá, puedes hacer lo mismo con aire acondicionado y una cervecita al lado.
Esta es una propuesta deshonesta a Google por la que solo exigiré un copyright suficiente para olvidarme para siempre de la Pensión de mi Excelsa Señora Fátima Bañez.
¿ Por qué, donde no llegue el cochecito de Google Street se utiliza un dron dotado con inteligencia artificial (por supuesto) y se plasman así las imágenes más bellas de los paisajes más insólitos ? Sería fantástico, ¿ no ? Nada de cansados paseos, nada de consultar la salida y puesta del sol y la luna, nada de esperar un tiempo adecuado para tener un cielo impactante, nada de esperar a las horas de luz mágica. Todo a nuestro alcance y desde el sofá de casa.
Nada del «Street Photography» ni el «Landscape Photography», demos la bienvenida al «Sofa Photography»
Madre del amor hermoso, líbranos de todo mal, amén.
Madre mía, menuda chapuza de foto, con un tajo en medio.