Pues talmente como dice este señor que se llama Phil Torres.
Pero vamos a ver, digo yo. Si tienes a los bichitos capturados en un bote y medio congelados, medio atontados, o medio adoctrinados para que no se te escapen, ¿ no sería más práctico meter los botes en una nevera portátil con hielo y hacer las fotos en la tranquilidad de la casa ? Claro, eso exige el compromiso de al finalizar la sesión sueltes otra vez a los bichitos en la naturaleza, aunque tiene el inconveniente de que lo harás seguramente lejos del habitad en que los has encontrado, y eso está feo para el bichito.
Igual si que no es una tontería lo que cuenta.
Bueno, aquí veréis el «making of»:
- Y todo lo demás lo veréis en Imaging Resource
Chulísimo video, Adolfo. Me encantan los bichos grandes y chicos,y «afotarlos» siempre desde el respeto y con la máxima «protección y seguridad» para el animalete. Qué asco me dan esos que sólo disfrutan matando bichos y exhibiendo sus «trofeos» en forma de cabezas disecadas,
cornamentas, o pinchaos en un alfiler… ¿Qué hay más bonito que la caza fotográfica, la búsqueda, el acecho, y finalmente el disparo…?
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