Todo el mundo tiene un lado oscuro, y mi amigo Germán Pierre (que espero no se enfade cuando lea eso), no es una excepción.
El suyo es la crueldad, crueldad extrema diría yo.
¿ De que otra forma calificaríais la tortura de poner a un abuelete de 50 años que vivía hasta entonces tranquilo y en paz delante de una Canon 5D Mark II e incluso una Pentax K-1 ?
A que estáis de acuerdo conmigo, ¿ no ?
Pues eso.
Y lo mejor del caso es que el abuelete ha salido bien parado de la prueba. Es como el maestro Yoda, que parece un entrañable ancianito pero solo hasta que saca su espada de luz. Pues más o menos lo mismo.
Aquí conoceréis de sus hazañas y aventuras. No os lo perdáis.
Hala, que lo disfrutéis.
Pues las fotos del articulo están muy bien.