Vamos a ver. Poneos en situación. Sois unos intrépidos naturalistas, cazadores (fotográficos) de pajaritos, pero por aquellas circunstancias de la vida os encontráis en pleno monte solo con un 24mm.
Sin embargo, como la vida tiene esas cosas, resulta que delante de vosotros, a unos 20 metros, veis posado en una ramita aquella especie “volátil” que lleváis años intentando inmortalizar. Hacéis un montón de fotos, pero claro, el pajarito en cuestión es solo un diminuto punto en el centro de la imagen.
¿ Que hacer entonces ? Os ofrezco dos opciones:
- Acordaros de todos los políticos puestos en fila, llorar amargamente y espachurrar contra la roca más cercana todo vuestro equipo fotográfico con el firme proposito de a partir de ahora dedicarse única y exclusivamente al parchís.
- Recurrir al algoritmo que los sesudos investigadores del prestigiosísimo Max-Planck Institute for Intelligent Systems en Merkelandia están estudiando y que es capaz de violar el segundo principio de termodinámica que en román paladido podría enunciarse así: “de donde no hay, no se puede sacar” (creo que era el segundo, pero no estoy seguro).
Yo creo que está claro, ¿no?
Pues bien: “de donde no hay, si se puede sacar”, y si lo dicen los chicos de Max Planck, yo me lo creo.
Hala, a redimensionar, que no hay problema. ¿ Donde está el truco del almendruco ? Pues como siempre pasa en los últimos tiempos está en la Inteligencia Artificial IA.
¿ Dispuestos a maravillaros ?, pues nada, adelante:
como diria morpheo,la IIIIAAAAAA