Pues eso, el amo y señor de Hassel, que aún no es capaz de entender como un advenedizo como Fuji con su sistema GFX le ha quitado la mayor parte del mercado en ese nuevo segmento, y disgustado también por la mala fama que van recopilando los drones en todo el mundo, se entretiene diseñando y presentando estabilizadores y rebajándoles sensiblemente el precio respecto a modelos anteriores.
Hoy presenta dos criaturas «gimbalianas»: una para maquinitas DSLR y «mirrosless» no muy grandes y otra para «telefonillos. La primera se llama Ronin-S y no dicen lo que cuesta, y la segunda se llama Osmo 2 Mobile y cuesta solo 129 dólares.
Quedaréis totalmente estabilizados si miráis en: