Si alguien me preguntara mi opinión y me obligara a escoger entre el Canon EF 24-70F2.8L II y el canon EF 24-70F4 L IS, le remitiría sin dudarlo a mi famosa trilogía que, sin que yo entienda el por qué, no ha provocado ni tumultos ni manifestaciones multitudinarias por las calles de las ciudades más importantes del mundo.
Yo ya he pasado por esa experiencia y he acabado escribiendo esta tragicomedia en tres actos.
- – Mi experiencia con la Canon EOS 5D Mark IV
- – Mi profundo desengano con el nuevo Canon EF 24-70F2,8L II
- – El descubrimiento del Canon EF 24-70F4 L IS
Ahora bien, si en un mundo ideal y utópico, donde Rajoy se hubiera vuelto bueno y a Puigdemont le hubiera abandonado la locura, yo fuera Sonysta, estoy convencido de que ya tendría la Sony Alfa 7R III y entonces tendría el cruel y endiablado dilema de escoger como zoom universal entre el Sony GMaster 24-70F2,8 y el Sony 24-105F4 G.
Tal angustiosa pregunta me habría dejado sin dormir durante un montón de tiempo y en estos momentos vagaría por las calles como alma en pena intentando encontrar respuesta a tan maligna pregunta. Por ello agradezco a todos los dioses de Olimpo el que no vivamos en un mundo ideal y útópico.
Dicen algunos gurús que he leído que el 24-105F4 G ópticamente es tan bueno como el 24-70F2,8 GMaster. En el centro es incluso un pelín mejor, así que para los que no necesiten un F2,8 quizás el F4 es la mejor opción y además cuesta la mitad. Mecánicamente ya es otro tema, pero si sois cuidadosos no debería haber demasiado problema.
Si tenéis la insoportable desdicha de encontraros ante tan agónica y decisoria tesitura, quizás la prueba campera y viajera que acaba de publicar Iker Morán en busca de sus orígenes, ayude a ampliar vuestras dudas.
- El cielo os asista en Photolari