Vamos a ver. Si nos ponemos en plan intimo os susurraré al oído que viendo las muestras del análisis que el bueno de Ken Rockwell ha hecho al iPhone X no solo confieso que «dan el pego», sino que entiendo perfectamente que el personal «pase» de ir arrastrando bultos y pesos por ahí, y deje relegados en un cajón a sus preciadas, enormes, pesadas y carísimas maquinitas clásicas.
Bueno, pues todo lo que acabáis de leer yo no lo he dicho, e incluso si una cámara indiscreta y chismosa del programa de Ana Rosa lo capta en el «whatsapp» que no tengo, lo negaré todo.
No dejéis de mirar la foto del mosaico teselado. Madre del Amor Hermoso
- Incondicionales, razón en Ken Rockwell
Nota tontísima y totalmente innecesaria: la respuesta a la pregunta del pie de foto podría ser el Samsung Galaxy X, que también tiene la X. Hala, que siga la fiesta.
- La Vanguardia (pero podría ser cualquiera)