A pesar de que sea tardío y árido como es su costumbre os cuento que el supergurú Thom Hogan acaba de publicar su análisis de la Nikon D7500, maquinita que unos consideran prescindible y otros el mejor argumento para salir de estampida en busca de una D7200 barata. Si, es verdad, pocos la consideran un verdadero acierto, sin embargo tiene sus cosas.
Como para hacerse perdonar, pero en realidad es un regalo envenenado pues cuesta 30 dólares, nos ofrece su propia «guía de usuario» con sus interminables 900 páginas que nadie en su sano juicio será capaz de leer entera.
Hala, y ya está, yo ya lo he dicho.