No creo que lo hayáis notado pero el blog ha cambiado algo de aspecto. Ha desaparecido el apartado «artículos más populares» en la columna de la derecha de la página principal.
Según los últimos informes que he recibido de mi empresa de alojamiento pudiera ser el responsable de los problemas que ahora estoy teniendo con el blog, así que he borrado el plugin que se encargaba de eso y todas sus bases de datos asociadas, y claro está, ha desaparecido el apartado.
En mi situación actual, más solo que la una en cuestión de ayuda a la administración, solo puedo hacer cosas de las que yo se hacer, aunque sean soluciones un tanto radicales como esta. Me da un poco lo mismo, y me veo a mi mismo como a Groucho Marx en su famoso tren gritando «mas madera, es la guerra», descuartizando los vagones para alimentar la caldera. Lo que sea con tal de poder seguir contando mis chorradas.
Soy muy consciente de que tengo que abordar el cambio de plantilla de WordPress por la puñetera obsolescencia programada y el calvario de las actualizaciones continuas, pero eso no es que me de pánico, es que me da lo siguiente a terror, y voy a necesitar ayuda profesional con el consiguiente dispendio en tiempo y dinero. Estoy en ello, pero soy pensionista mileurista y voy despacio. Soy una persona muy conservadora en estas, no me gustan los cambios, me gustan mucho menos los cambios continuos, pero lo que más odio es que «me obliguen» a cambiar. Pero este mundo es así y esas son las reglas de mjuego, o las sigues, o te levantas de la mesa y te vas.
Ostras, si viviera de esto, pues hasta valdría la pena todo este sufrimiento, pero si además me cuesta dinero y un número de horas que ni os quiero contar, más de una, de dos, y de mil veces estoy tentado de cerrar el quiosco, y muerto el perro, se acabó la rabia. Ni os imagináis las horas de vida que ganaría para mi.
Bueno, calma Adolfo, calma, que en caliente no es el mejor momento para decidir cosas.
¿ Y por qué os cuento esto, si es un problema mío que ni os va ni os viene a vosotros ? Pues la verdad que no lo se, pero si no lo digo, reviento.
Y ya está.
Mucha salud.
Adolfo.
Todos sabemos que contar las cosas a alguien siempre sirve de desahogo.
Cuenta Adolfo, cuenta, no te preocupes, que aunque no nos veas, siempre habrá alguien al otro lado del teclado escuchándote.
Un fuerte abrazo amigo
que no decaiga Adolfo!!!