Este no es un tema de fotografía, pero aprovecho esta minúscula tribuna para denunciar un problema que, sobre todo a mi mujer que ve más TV que yo, la trae por la calle de la amargura desde hay ya bastante tiempo.
Como todos sabéis los televisores TDT (o sea todos) tienen dos sistemas para consultar la programación: el antiguo teletexto (TXT) y la Guía Electrónica de Programación (EPG).
Desde ya hace bastante tiempo la información que se ofrece en estos medios se está degradando hasta hacerla inutilizable.
Sobre el Teletexto:
- Hay muchas cadenas que no tienen disponible este servicio y los que aún lo conservan no lo mantiene adecuadamente. Muchas veces se olvidan de llenarlo y hay páginas referenciadas en el índice que simplemente no existen, por ejemplo las sinopsis de películas.
Sobre la EPG:
Este sistema es mucho más moderno y me imagino que aquí, además de los problemas de contenido, topamos con problemas de software, actualizaciones, formatos y especificaciones.
Algunas cosas con que nos encontramos:
- Algunas cadenas directamente tienen, pero no rellenan la EPG.
- En muchísimos casos la información se queda cortada a las pocas líneas y no hay manera de ver el resto.
- En otros casos la info solo aparece en el programa actual y en el siguiente, pero el resto está vacio y solo aparece el título del programa.
- Los televisores tienen software, pero este no se actualiza. Los fabricantes pasan del tema. Ni via WEB ni vía «ondas» se encuentran actualizaciones. Si hay problemas de compatibilidad con nuevas normas y formatos nos quedamos a dos velas.
Todo ello hace que muchas veces intentando seleccionar lo que vamos a ver acabemos aburridos de no saber nada y apaguemos la tele para hacer cualquier otra cosa.
En Catalunya tenemos un caso la mar de peculiar que ya es el colmo. Es 8TV, una televisión privada del Grupo Godó de carácter autonómico y que hasta hace poco tenía contenidos de calidad. Pues bien, no tiene teletexto (nunca lo ha tenido), pero es que ahora no tiene EPG. No hay forma de saber ni lo que estás viendo, ni lo que tienen previsto dar. Han vuelto a los gloriosos tiempos de las emisiones experimentales del paseo de La Habana en Madrid. Es una TV que ya no se puede ver: la seleccionas y ves cosas, pero no sabes lo que es, ni cuando ha empezado, ni lo que le falta, ni lo que vendrá después. Fascinante ¿ no ?
Es cierto que toda esa información está en internet, pero yo creo que los operadores de TV, y también los fabricantes (por aquello de la adecuación a las normas, formatos y especificaciones) deberían tener en consideración al menos dos cosas.
- Hay personas, como por ejemplo nuestro caso, que no nos apetece encender el router, sacar el telefonillo de la mesilla de noche, encenderlo, y consultar ahí la programación. Tampoco nos apetece encender que encender el ordenata para hacer lo mismo.
- Hay personas, sobre todo las más mayores, que ni tienen smartphone, ni ordenata, ni internet. Estas personas están condenadas a no saber que es lo que dan por televisión. Estoy pensando en mis suegros (88 él, 86 ella). Viven en una urbanización de la provincia de Girona, son de cultura francesa y tienen una parabolica que sintoniza la televisión francesa. Cada semana compran una revista que se llama Tele 7 Jours donde les viene detallado toda la programación de todas las cadenas francesas, incluido pequeñas sinopsis de las películas, vamos, como aquí.
No entiendo que es lo que se pretende, pero sea lo que sea están consiguiendo que la televisión en abierto sea historia dentro de nada: entre la falta de información y la proliferación viral de publicidad, cada vez da mas asco sentarse a ver la tele.
No se como funcionan las plataformas de pago, porque nunca he tenido ninguna, pero lo que si es cierto es que a la TDT le quedan dos telediarios, cosa que seguramente los operadores telefonilleros agradecerían pues podrían disponer de toda la banda de UHF para ellos solos. ¿ Será eso lo que hay detrás de todo ? Dividendos digitales uno detrás de otro hasta que desaparezca la tele.
¿ Os habéis apercibido de estos subliminales mensajes que nos envían los operadores ? ¿ Que opináis sobre el tema ?
Ostras, os había dicho que esto era una carta, y ni siquiera la he empezado. Bueno, sería una cosa así:
Sres. operadores de TV y fabricantes de televisores.
El cielo os confunda a todos y así os abraséis por toda la eternidad en las más escabrosas calderas del Averno haciendo compañía al Sr.Adobe, Sr.Apple, Sr.Canon, Monseñor Rouco, todos los políticos de todos los colores, y a un largo etc….. que no menciono detallo y enumero por tener restringido el espacio en el servidor de mi alojamiento a solo 300 Petabits. No me cabrían todos ni con letra Arial 2.
Amén, que quiere decir, así sea.
Fdo.
La voz que clama en el desierto.
Mantener ese servicio supone contratar trabajadores que lo hagan, no es rentable, no hay publicidad que lo pague, así que lo abandonan.
En las plataformas de pago sigue existiendo, a pesar de ser mínimo.
Supongo que no es RENTABLE y no produce DINERO. Para mantener el servicio hay que contratar a trabajadores, pero no hay retorno economico.
La TDT en España es una rareza. No hay país donde exista tal profusión de canales en abierto. Esto, unido a la capacidad del español medio a tragarse cantidades ingentes de publicidad (sí, todo el mundo se queja de ella, pero al final se la traga una y otra vez en lugar de ponerse a leer un libro), hace que la televisión de pago tenga una penetración anormalmente baja en España. Incluso entre clientes de TV de pago se ve más TDT que los propios canales contratados, algo kafkiano.
Y no es por el nivel económico que impida contratarla, por ejemplo Portugal anda por una penetración del 90% de la TV de pago. A este país le gusta demasiado Sálvame y Operación Triunfo.
Las nuevas generaciones están cambiando esto. Para ellas YouTube es un canal de TV (aunque rechazan llamarlo así porque para ellos la TV es viejuna y YouTube es guay, pero lo es), y eligen mucho más los contenidos que quieren ver, dónde, cuándo y cómo. No sé lo que durará la locura de las series (Netflix, HBO,…), pero el concepto de ver lo que uno quiere, donde quiere y cuando quiere, es el futuro. Lo que pasa es que los saltos generacionales llevan tiempo así que la transición será lenta.