El artículo también se podría haber titulado «Va de Kodak, Satanás: de la SO675-3 a la T-Max 3200», pero me ha parecido más vistoso titularlo como lo he hecho.
Raphaël Terris «aún» es humano y seguramente esta de vacaciones. Valentín Sama, como yo, es jubilado y seguramente también como yo es espíritu puro y solo vive de trabajo. La diferencia está en que en su baúl de los recuerdos hay muchas cosas interesantes …….. y en el mío solo hay unas cuantas cosas y ninguna interesante.
Por eso en verano, época de sol, playa y calor, Valentín mantiene alto el pabellón de Albedo Media y va publicando artículos del citado baúl y nos desvela curiosidades y «atrocidades» de la época. Los fabricantes siempre han sido unos bellacos y mienten como tales. Hay leyes inmutables en la naturaleza.
¿ Sabéis lo que más me ha emocionado del artículo de hoy ? No es que Valentín hubiera podido poner en un brete a la por entonces omnipotente Kodak, es que yo tuve en las manos esa revista FV y me acuerdo del artículo, no de su contenido, pero si de esa doble página con los contactos de la que después fue la T-Max 3200. Era el número 1 de la revista FV1, era el año 1988, hace 30 años de aquello, yo tenía 34 añitos y por entonces no hacía tanto que me empecé a interesar muy en serio por el mundo de la fotografía.
Así empieza la cosa:
¿Qué sentido puede tener hablar en 2018 sobre una película discontinuada en 2012, como es el caso de la Kodak T-Max P3200? Quizá no ya buscar la verdad, sino «reencontrarla», especialmente para los que no conocieron la etapa de esplendor de la fotografía analógica.
- Todo lo demás lo encontraréis en Albedo Media
Adolfo, no me he podido aguantar, y me he ido al baúl de los recuerdos, y he podido comprobar lo que mencionas, yo todavía conservo la colección desde el numero 1.