Muy breve:
La persona que tenía apalabrada para que me ayudara de forma profesional a cambiar la plantilla de WordPress que se me ha quedado obsoleta finalmente me ha dado calabazas, así que la actualización que os prometí para este octubre no se va a hacer.
Estoy nuevamente en la casilla de salida y bastante desanimado. Seguiré buscando ayuda, pero no se lo que podrá tardar. Puede ocurrir que la amenaza de cambio de software en el servidor de mi empresa de alojamiento, motivo para el obligado cambio de plantilla, se cumpla más pronto que tarde, y eso haría que el blog se rompiera. Si eso pasa os pido disculpas anticipadamente.
Muchas gracias por vuestra comprensión y por seguir siempre ahí.
Un abrazo para todos.
Nota tonta: odio profundamente a todas las actualizaciones de software y a sus incompatibilidades hacia atrás. Odio esta continua huida hacia adelante en que a todos nos han embarcado. En resumen, ahora mismo odio bastante, y punto. Ya se me pasará.