La extensa prueba acaba así.
Nos atrevemos a anticipar que la EOS R animará las ventas de Canon pues muchos entusiastas de la marca respirarán aliviados al no tener que cambiar a la competencia para vivir sin espejo. Aunque lo más importante es que por fin esta marca abre un camino que, en vista de lo que hemos tenido entre manos estos días, se adivina animado.
Es muy correcto, y además es verdad, pero yo no he podido evitar la sensación de que la EOS-R es el mal menor, el clavo ardiendo al que se agarra el canonista para burlar el transfuguismo. Y no lo he podido evitar porque es verdad.
De todas maneras, mis pruebas de esta mañana revelando RAW me han reconciliado algo con el sistema: Ftc 16-10-2018
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