Los designios del Señor son inescrutable, y los del Sr.Ken Rockwell más todavía. Mira tu que esperar a un día como hoy para, después de su total inactividad estos días de fiesta, publicar un análisis bastante completo de una criatura accesoria telefonillera que promete ser un objetivo ultra angular pero sin distorsión. Que cosas, ¿ no ?
Bueno, pero no me quejo, al contrario. Estos días me he hartado de decir que me cuesta Dios y ayuda encontrar algo que contaros, y cuando voy y lo encuentro, digo que me parece muy raro haberlo encontrado. Si es que no tengo arreglo.
Vale, ya me callo. Puestos a contar algo os pongo aquí los clásicos apartados de esta WEB.
Good:
- Sharper than expected for a conversion lens.
- Straight lines stay straight.
- Comes with a sturdy cap and a perfect little drawstring pouch to carry it in your pocket.
- No loss of light.
- Autofocus works at least as fast as before, and you can focus even closer than without the 18mm lens!
Bad:
- You have to use one of Moment’s own cases; like all conversion lenses it doesn’t magically attach to the case you already have.
Missing:
- You can’t use flash, at least on iPhone, because the lens blocks it, and you probably can’t use flash with Moment’s case because it interferes slightly. No worries, iPhone flash has always been pretty useless so I never use it myself.
- No rear cap available, but it’s not needed because the rear element is recessed. Keep the lens in its included sack and you’re good. I don’t want to mess with a tiny rear cap!
Por cierto, es importante puntualizar que el artilugio óptico es compatible con casi todos los telefonillos y que el propio fabricante Moment fabrica y vende carcasas tellefonilleras con el anclaje adecuado para sujetar la lente.
Todo lo demás, incluido un buen número de muestras que no están nada mal, lo encontraréis aquí.
Nota nada tonta: la lente cuesta 118 dólares y si le añadimos una «carcasa sujetadora» hay que sumarle 35 dólares más.