Yo conozco personalmente a Irene Terrón y doy fe de que es una chica no muy grande, pero tampoco pequeña. Por eso toma toda su significación ver a la criatura analizada en sus manos, lo que da buena cuenta de su respetable tamaño.
El probador es Gerart Moret, que a pesar de trabajar como informático en la casa, es fotografo de vocación, como todos los que habitan por allí.
A ver, no es análisis exhaustivo, pero si nos cuenta las impresiones que ha tenido al jugar con él, y además lo ilustra con unas cuantas muestras que se pueden ver a tamaño completo. La cámara con la que lo ha probado es la estupenda Nikon D750, al menos era estupenda antes de que aparecieran las Nikon Z.