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No cabe duda de que el «canto del cisne» en el mundo DSLR, si ha de venir, vendrá de la mano de los JJOO de verano de Tokio 2020. Quizás me equivoque pero pienso que el mundo DSLR está muerto y enterrado y la transición a mirrorles será más o menos larga en función de la velocidad y calidad de los productos «mirrorless» que vayan sacando Nikon, Canon y quizás Panasonic.
Las DSLR están condenadas a ir llenando el «baúl» de los recuerdos que quien más quien menos tiene en algún rincón de casa. Durarán lo que duren, pero cuando se estropeen nos vamos a pensar muy mucho si vale la pena repararlas.
Uno de los signos de nuestro tiempo es viajar hacia ninguna parte, pero cada vez más rápido. Es lo que hay, o eso, o te compras una ermita, una cabra y un pequeño huerto.
Los oráculos vienen de :
Será muy lamentable que se dejen de fabricar las DSLR, que han llegado a dar lo más de ese sistema clásico. Aunque las sin espejo están avanzando a pasos agigantados espero que quede un rincón para esa magia que es mirar por un visor óptico y tener que saber algo de fotografía para imaginar como queda la foto.