El artículo anterior me ha recordado que para el viaje a Euskadi me llevé un «palo selfie» y a modo de confesión pública en plan auto de fe quería comentaros el asunto para ver si me libro de la hoguera. El problema es que no me arrepiento en absoluto.
Como sabéis me llevé la cámara pequeña, la Sony RX100 IV, pues no me veía capaz de ir acarreando la bolsa de fotos DSLR, trípode incluido.
Hace ya tiempo que en un video de esos comerciales enseñando productos que hace de vez en cuando Iker Moran y que no he conseguido encontrar vi una especie de «palo selfie» un tanto especial. Era si, un palo selfie, pero la base era un pequeño trípode. Si lo despliegas y abres la base te queda un minitrípode nada estable de 1m de altura capaz de sostener sin problemas a maquinitas pequeñas como mi Sony.
Se llama Benro BK10 y cuesta poco más de 20 euros. Es pequeñísimo, no pesa nada y yo lo llevaba siempre en la mochila.
Como ya he dicho no es nada estable y da un poco de yuyu poner la cámara encima pues la cosa se mueve como si fuera un péndulo, pero con un poco de cuidado al final se para. Poniendo disparo retardado de 10 segundos (incluso de 2) he podido tomar un montón de fotos de interior a ISO 100 sin ningún problema. Además es tan pequeño que incluso desplegado pasa bastante inadvertido y puede burlar a los vigilantes que creen que las catedrales son suyas y que si les haces una foto las vas a desgastar. A mi me ha ido muy, pero que muy bien, y os lo cuento por si a alguien le puede interesar.
En las especificaciones dice que aguanta 1 Kg. Yo creo que no, pero un móvil o cámaras compactas pequeñas si que puede.
Ya he dicho que no he encontrado el video de Iker, pero aquí tenéis un «unboxing» que os dará una idea de la magnitud de mi pecado.
Nota tonta por ser cosa sabida: Sr.Benro, mi correspondiente 3% al IBAN 0000 1234 5678 9012 3456 7890. No se olvide, ¿ vale ?, que la vida está muy cara.