Oiga, pues eso está muy bien. A nadie le hace gracia que un drone acabe engullido por la turbina de un turboreactor, sobre todo si viajas en él.
Tampoco a nadie se le escapa que ese software, convenientemente hackeado, sería el instrumento ideal para cometer tropelías o cosas mucho peores. ¿ Pero que digo ?, boca pecadora, mira que dar ideas.