Yo nunca he trabajado ni jugado con estas cosas, pero siempre me han gustado un montón. Dan una sensación de profesionalidad y de saber lo que estás haciendo que una cámara normal, por buena que sea, no es capaz de transmitir.
Con una breve brexit práctica va que se mata:
With the Linhof digital camera adapter, you can adapt your digital camera to a professional camera. This adapter sits on the M 679 lens plate and can be used with Linhof M 679 and Linhof Techno and is equipped with the connection for Fuji GFX F-Mount.
Price: 320,00 Euro plus VAT.
Nota tonta: ¿ y por qué os he puesto este introito ? Pues resulta que una vez, cuando yo era más joven, tenía algo de más pelo, más ilusión y la Hassel 501 aún operativa, estaba yo en la cripta de una iglesia muy chula en Ainsa (un pueblo del prepirineo de Huesca). Monté el trípode y en ese momento entró en la cripta un grupo nutrido de turistas que me arruinó totalmente la toma de cualquier foto. Entonces, y con gestos ampulosos para que se notara bien, puse el bolso de fotos en un banco, saqué la Hassel, la monté en el trípode y le cambié el objetivo normal de 80mm por el angular de 50mm. Eso bastó para que unos cuantos turistas asustados salieran del encuadre. Después cogí el fotómetro Gossen y de forma bien visible me fui al altar a medir la luz incidente. Eso bastó para que todos los turistas menos uno se retiraran del encuadre. Para el díscolo tuve que utilizar el arma secreta. Saqué de la bolsa de fotos un paño negro que llevaba y con él me tapé la cabeza y la cámara para componer bien. No hacía ni puñetera falta porque casi no había luz, pero eso hizo que el turista díscolo saliera a escape y me dejaran la cripta para mí solo. Hice la foto y cuando me volví tenía a todos los turistas apelotonados detrás de mí y pidiéndome permiso para pasar. Eran otros tiempos.
Con este artilugio de Linhof y la GFX100 detrás, os pasaría lo mismo, pero en una Catedral.
- Lo he visto en Fuji Addict
A mi me pasó al revés, estaba totalmente solo, haciendo la foto de una fachada de un edificio histórico en Venecia, muy bonito, pero uno mas de los cientos que conforman esa ciudad. Al momento de montar un robusto trípode y la cámara de aspecto claramente profesional, se empezaron a acercar cada vez mas turistas y empezaron a hacer la misma foto, como si se estuviesen perdiendo algo y con la esperanza de llevarse un botín con valor e interés desconocido.
Se lo conté de broma a mi hijo menor y le hizo mucha gracia, algunas veces, el y yo, cuando nos encontramos en alguna zona turística y muy frecuentada, fingimos hacer fotos con mucho interés y casi siempre conseguimos que algún turista pique, es muy divertido.