Ya vienen los Reyes, me lo pido.
Efectivamente, una cosa así solo está al alcance de nuestro querido Thom Hogan que, con su aridez habitual y con la densidad de escritura de Stephen Hawking, nos ofrece un aluvión de palabras aderezadas solo con un par de imágenes ilustrativas.
Así las cosas este artículo es solo para incondicionales de Thom y de Fuji, a la vez.
Resumen ejecutivo para personas que no pueden perder ni un segundo: gentileza de Google más la IA de mi segunda neurona.
Siempre y cuando esta maquinita se ajuste a tu perfil como fotógrafo, tengas un montón de pasta, y no te asuste llevar una mochila como la de La Legión de marcha, creo que esta bestia te va a gustar: las imagenes hablan por si solas, increíbles niveles de detalle en los RAW que admiten grandes toqueteos en postproceso.
Nota tonta: estoy deseando que la gente de iFixit o cualquier otro grupo de patólogos forenses le meta mano a esta maquinita para poder verle las tripas y así admirar los motores diesel que incluye y que son necesarios para estabilizar el monstruoso sensor que aparece en la imagen ilustrativa.
