Potencia, calidad fotográfica, velocidad, precio: hete aquí el gran dilema.
Esta es la reflexión que se hace Fernando Sánchez sobre el asunto y pienso que para un sábado donde no he encontrado casi nada que contaros puede estar bien.
Imagino que la Mafia contratada por los fabricantes ya habrá puesto precio a la cabeza de Fernando, pues solamente sugerir que con un ordenata de unos cuantos años se puede trabajar perfectamente bien con nuestras fotos es algo que ellos jamás podrán perdonar, pues ponen todo su empeño en que el ritmo de renovación de hardware y software sea por lo menos como el de los telefonillos.
Lo único que se me ocurre añadir es que para trabajo fotográfico, más que un ordenador potente de última generación, a mi me parece que lo que más se necesita es una pantalla en condiciones con la más amplia cobertura posible de la gama de color. Y en este sentido yo haría una división:
- En el mundo de sobremesa no hay ningún problema: hay monitores excelentes de 24” con cobertura 100% Adobe RGB por menos de 500 euros. No es necesario que sean 4K, en 1920 x 1200 se trabaja perfectamente.
- Otra cosa es el mundo de los portátiles. Ahí, encontrar una pantalla buena es muy difícil y solo la incluyen fabricantes de alta gama en sus portátiles y configuraciones más caras. Ya os conté mi odisea con la busqueda de un portátil digno que al final fue una Work Station DELL 7710 de 17″ y pantalla 4K 100% Adobe RGB, del cual estoy muy contento pero por el que tuve que pagar un precio por encima de lo escandaloso y cruzo los dedos cada día para que siga funcionando muchas décadas más.
En fin, que si estáis preocupados por este tema, igual os apetece echarle un vistazo a esto.
Y por alusiones a esto otro:
