- Al verla diréis: “guau”.
- Al saber el precio diréis: “guuuuuuuuuuuuuuuau”.
Seguramente por ello no han dicho ni pío, para que la gente vaya haciéndose a la idea y tengan preparados los desfibriladores y leídas las instrucciones, que no se trata de improvisar en parada cardio-cerebral.