Pues eso, en la ciudad del pecado y a media feria, el CES ha puesto las bases de lo que va a ser el futuro de la televisión.
Si señor, los gurús del asunto han hecho caso a las manías de los miles de trillones de usuarios telefonilleros y han decidido que el formato multimedia del futuro va a ser vertical en lugar del obsoleto y anticuado formato horizontal.
No, no, no valdrá con dar la vuelta a los televisores y fotografiar siempre en vertical. Eso no tendría ninguna gracia. El aliciente será que tendremos que renovar todo nuestro equipo fotográfico, informático y televisórico, que ahora deberá estar optimizado para funcionar como las pizarras de menús económicos en los baretos de barrio.
Seguro que a algún astuto fabricante se le ocurrirá un sistema de “revolver” que permita rotar la pantalla y situarla en la antigua posición horizontal o en la nueva vertical. Tampoco desdeño la posibilidad de que exista una pantalla enorme y circular que pueda presentar los contenidos en cualquier formato y cualquier ángulo.
Los que sin duda estarán frotándose las manos serán los inmobiliarios, pues las alturas de las casas serán incompatibles con las megalómanas pantallas verticales, y habrá que derribar todas las ciudades y volverlas a construir con pisos de varios metros de altura, y los cines serán rascacielos. ¿ Os imagináis la cantidad de “remakes” que habrá que hacer ? Habrá trabajo para todos y se acabarán todas las crisis por muchos años. Los locos años 20 han venido con un pan debajo del brazo y la tecnología nos han traído la solución a toda la miseria que nos amenazaba. ¿ Veis como el capitalismo liberal y global es la solución a todos los problemas ? Imaginación al poder.
Sólo nos faltaba esto. Ahora tendremos que pasar por el quirófano para que nos recoloquen debidamente los ojos uno encima del otro.