Pues eso, a pesar de que en mi más tierna infancia varios sesudos profesores intentaron enseñarme a nadar y de que tengo dos títulos de cursillos finalizados con éxito, la verdadera verdad es que tanto en el mar como en las piscinas yo rivalizo con el plomo en eso de llegar al fondo. Entenderéis por ello que yo no sea demasiado proclive a eso de fotografiar pececitos de colores.
Aún así, al enterarme que la firma Ikelite había presentado un traje de buzo para la Nikon Z50, me he lanzado sobre el artículo para comprobar si una vez más se cumple el sacrosanto principio no escrito del submarinismo que dice que: “el precio del contenido y el del continente tienden a igualarse debajo del agua”.
Mayúscula ha sido mi sorpresa al comprobar que en este caso no es así y que Ikelite ha violado los más sacrosantos principios poniéndole a su traje de buzo un precio doble al de la cámara que va dentro, cosa que sin duda no alegrará demasiado a los buceadores. Es lo que tiene la presión, del agua, digo. Si, eso será.
- Lo he visto en Nikon Rumors
Pero las aludidas pruebas del delito están aquí: