Aunque haya un solo justo en Sodoma, yo salvaré a la ciudad. Y no se salvó.
Pues nada, yo digo lo mismo, aunque haya una sola persona a la que esto le pueda resultar útil, yo ya me daré por satisfecho. ¿ La habrá ?
Recordad que nadie (excepto los políticos) tienen la obligación de llegar al mundo enseñados y con un pan (robado) debajo del brazo.