El artículo que Emma García acaba de publicar en Photolari me ha inspirado la originalísima pregunta que he puesto en el titular, pero yo aún la voy a complicar más mezclando dos mundos que pueden considerarse a la vez tan alejados como cercanos.
¿ En un mundo totalmente digital, seguimos amando la película fotográfica por la misma razón que amamos los discos de vinilo ?
Yo en mi juventud fui audiofilo aficionado (hasta que perdí mucho oído) y desde hace mucho tiempo soy fotógrafo aficionado. ¿ Es el encanto de la emulsión equivalente al encanto de un buen vinilo a pesar del granito del primero y los crick-crick’s del segundo ?
Solo los que comparten ambas aficiones pueden responder con fundamento a tan trascendental pregunta.
No, yo no soy un buen ejemplo: aún me emociono ante un buen disco bien prensado, pero no he vuelto a disparar película desde el 2006.
Si os apetece, aquí tenéis una µTribuna de la misma categoría que el londinense Speaker’s Corner, por lo menos para explayaros o despotricar a gusto.
- La excusa para esta tortura «preguntistica» ha sido lo que he visto en Photolari