Pues eso, pero en bueno.
Pues eso. En este mundo cada vez más virtual – “contact less” – en que nos está convirtiendo este “joio bicho” es verdad que cada vez toman más relevancias las WEBcam, pero solo hay que ver los telediarios, los informativos y las tertulias para comprobar que hay WEBCams y WEBCams.
En este artículo, que no pasará a la historia pero os hará compañía, aprenderéis a aplicar los conjuros y sortilegios necesarios para convertir vuestra preciada Sony Alfa 7R IV o Nikon D850 (por ejemplo) en una WEBCam de campanillas para que salgáis guapos en la nube, pero eso si, solo si sois Applemaníacos.
Este párrafo seleccionado al azar igual sirve para ahuyentar a algún incauto, y de todo eso que se libra.
Aunque el tutorial puede parecer un poco intimidante para los usuarios con menos conocimientos de tecnología, es bastante simple. En primer lugar, se aconseja a los usuarios que verifiquen si su cámara admite la conexión y la visualización en vivo, algo que se puede hacer en el sitio web de Capture One.
Las recetas están aquí:
