El bueno de Chris emplea su confinado tiempo en destruir en vivo y en directo unos cuantos objetivos y filtros que sin duda no merecían ese final. La excusa para tan cruel trato es la de enseñarnos como se limpian las lentes, bueno, en realidad solo dos, la de delante y la de detrás, de nuestros preciados cristalitos. En puridad debería ser solo la lente trasera, pues en la delantera siempre debe haber un filtro UV neutro que aisle a la primera lente de la despiadada y tremendamente sucia intemperie.
No quiero dejar de aprovechar la ocasión para meter el dedo en el ojo a mi fabricante más querido. A mi actual EF 24-70F4L IS le ha aparecido una partícula de porquería en la parte central de la cara interna de la primera lente a la que naturalmente no tengo acceso. Eso es debido sin duda al mediocre sellado a la intemperie que tiene este objetivo con apariencia de juguete barato, y aunque yo soy muy escrupuloso y tengo el mayor cuidado con el, pues incluso cada vez que repliego el zoom limpio el barrilete, un cruel micrometeoríto se ha colado en su interior. No afecta en absoluto a la imagen, pero a mí, cada vez que lo veo “me pone de los nervios”. Este es claramente un mensaje de mi querida Madre del Amor Hermoso para que cambie este objetivo por el esperado EF 24-70F2,8-4L IS USM, que además de tener un rendimiento óptico de primer nivel a todas las focales, tendrá un sellado a la intemperie a prueba de lluvias monzónicas y tormentas de arena, amén.
Neuróticos de la limpieza, razón en: