Hombre, para la madrugada de un lunes en que la temperatura, al menos por este atribulado rincón de todas las Españas, está dando un respiro pero donde en contrapartida la humedad relativa ha subido al 75%, un artículo como este puede tener cabida.
Básicamente habla de lo que he puesto en el titular y no voy a decir nada más.
Bueno, si, solo una cosa: llegado a este punto debo hacer dos agradecimientos públicos.
- Agradezco a mis anteriores Amas y Señoras Fátima Bañez, Magdalena Valerio, y a mi actual Amo y Señor José Luis Escrivá, haberme librado de todo tipo de tentaciones mundanas con mi ajustadísima Pensión. Pensar en una cámara nueva quedará para mi próxima reencarnación y con ello quedo exento de meterme en el lío de escoger y comprar nuevas tarjetas ultra capaces y ultrarrápidas.
- Agradezco al Sr.Canon que no me haya hecho ni caso con la lista de mi petición “desagraviante” para transmutarme a mirrorless. Con esa ignorancia supina de mis deseos nada ocultos me ha librado del lío de escoger y comprar nuevas tarjetas ultra capaces y ultrarrápidas para mis dos nuevas y flamantes EOS-R5 que no me ha querido enviar.
Doy las gracias a ambos por apartar de mi este cáliz.
Y ya, sin más, os dejo con el artículo que reitero es del tipo “totalmente prescindible”.