Alguna vez yo he estado tentado de utilizar el único smartphone que tengo, que es un iPhone 6 Plus que me regalaron cuando tuve que vender el piso de mi padre para poder seguir pagando la residencia donde está, pero en alguna prueba los resultados no me han convencido en absoluto. Es verdad que la evolución telefonillera fotográfica está siendo apabullante y que iPhone 6 Plus es ya muy antiguo, pero yo no lo cambiaré hasta que este reviente del todo. Por cierto, ya os conté que hace unas semanas tuvo un conato de muerte: totalmente apagado y en la mesilla de noche le reventó la batería y casi dobla la pantalla. Lo envié a Chequia (que allí está el centro de reparaciones más cercano) y previo pago de 67 € me lo devolvieron totalmente vacío y sin tarjeta SIM. Tuve que hacer un duplicado (15 €) para no perder ni el número ni el saldo, pues lo tengo con una tarjeta prepago sin datos que no utilizo nunca.
Cuando reviente del todo pediré limosna en la calle para sustituirlo por un Xiaomi Mi 10 Ultra o el que en ese momento tenga el primer puesto en la clasificación de DxO Mark
Puede ser la mar de interesante acompañar a Fernando es esta procelosa singladura al centro de la foto móvil.
Si me entero de nuevos capítulos los compartiré aquí:
- La gran aventura: capítulo 1 – Antes de empezar (25-9-2020)
Gracias… espero que en el camino la fotografía no resulte herida