Hay cámaras que lo hacen de forma automática pero aquí está todo explicado para hacerlo de forma manual con un objetivo macro y/o anillos de extensión, y un carril deslizante imagino que micrométrico.
Ideal para tomar fotos imposibles pero siempre de naturalezas muertas, salvo que el fotógrafo haya hecho un Master en un Templo Shaolin y tenga facultades de hipnotizador que puedan convencer al bichito o a la florecilla para no moverse en un buen rato.
Nota tonta de un aficionado al macro de florecillas (yo): en plena naturaleza un día en calma parece un huracán visto con un objetivo macro.