Pues eso, bastante bien parado ha salido este cristalito en el análisis que acaban de publicar los chicos de Photography Blog.
Vale, no ha entrado por derecho propio por la puerta grande del Olimpo de los Dioses, pero tampoco ha caído en las calderas más profundas de Pedro Botero, así que como resumen diremos que con un notable alto es una criatura altamente recomendable.
Si miráis con atención la galería de muestras veréis que no hay trampa ni cartón. Por 400 dólares no se puede pedir mucho más.