Y yo solo puedo contároslo y de paso comentaros la impresión que me ha hecho ver lo pequeña que es: una cosa es ver las fotos que aparecen en las WEB’s y otra bien distinta es verla perdida en las manos de un aguerrido videografo en plena tarea de inmortalizarse en plan selfie.
Recordad que tiene un sensor pequeño, de esos que ya tenemos olvidados, y eso tiene sus penalizaciones, aunque quizás en video se noten mucho menos que en imagen fija.
Hala, que lo disfrutéis. Por 350 dólares de nada podrá ser toda vuestra.
Nota tonta: este espacio que hubiera quedado en blanco y sin embargo está relleno de este párrafo que no dice nada es debido a la más que alargada relación de aspecto de la criatura. Así esta breve nota queda mucho mejor compuesta y parece más profesional. No me lo negaréis, ¿no?
Ahora ya si, casi 8 minutos jugando con ella.