En este domingo de pasión que amanecía como otro día cualquiera resulta que me he llevado disgusto de muerte porque tenía al Canon en el altar de los elegidos para la gloria. No pienso dar ninguna pista más pero si deciros que, como obseso neurótico de la nitidez, me he ido directamente al apartado “Sharpness”, y el resultado me ha producido un síncope del que aún no me he recuperado.
Os recomiendo tener a mano una caja de Trankimacin o por lo menos un buen coctel de Tila & Valeriana, porque según el caso lo vais a necesitar.
Are you ready?, pues venga, vamos a ello:
- Introduction
- The competitors
- Size and weight
- Livin’ La Bokeh LoCA
- Autofocus
- Sharpness
- Video performance
- Final rankings
Y estas son unas nutridas galerías de muestras para que podáis llorar amargamente vuestra elección o en cambio podáis celebrar con mortadela y sidra que habéis acertado de pleno.
Las pongo en orden alfabético para no dar ni las más mínima pista (“spoiler” en lenguaje culto) sobre el resultado final.
- Canon RF 70-200mmF2,8L IS USM
- Lumix S Pro 70-200mmF2,8 OIS
- Nikkor Z 70-200mmF2,8 VR S
- Sony FE 70-200F2,8 GMaster OSS
¿habéis soportado la impresión? Yo, ni bajo una presión insoportable, como por ejemplo ser expuesto a la sonrisa de un político a menos de 100 metros, hubiera yo acertado en la clasificación de los cuatro cristalitos.
Nota tonta: es cada vez más necesario, es su deber y nuestra única salvación, que toda la sabiduría cristalera de los distintos fabricantes se unifique en una sola ONG con sede, por ejemplo, en la desaprovechada Ciudad de la Justicia de Esperanza Aguirre, para que de allí salgan siempre los mejores cristales que la sabiduría humana pueda concebir. El problema de la falta de competencia y por tanto la arbitrariedad en los precios se resolvería de la siguiente manera: la OMS y el Consejo de Seguridad de la ONU entregaría cada nueva criatura a Germán Pierre para que la probara y él después me la entregaría a mí para que yo fijara el precio que sería único para todo el mundo y sería aceptado sin rechistar. Lo tengo todo pensado. A ver, ¿quién se opone? Nadie, ¿no?, ya lo decía yo.