El Supergurú Supernikonista Super Thom Hogan transmutado en los últimos tiempos a Filosofo de cabecera ha modificado todas sus WEB’s supongo que con el objetivo de mejorarlas y también modernizarlas. Sin embargo, como persona sensata y cabal por la que le tengo, el aspecto final no ha cambiado demasiado, y eso está bien, sobre todo para no enloquecer al personal.
Esa fue también mi intención cuando tuve que cambiar mi plantilla de WordPress que murió por obsolescencia programada y por eso me he sentido instantáneamente hermanado con nuestro querido metafísico.
El primer artículo que ha publicado en esta nueva etapa ha sido este:
Lo cual no tiene nada de particular pero, con estos próximos días en que se acerca una glaciación, me viene de perlas para plantear una de esas preguntas mías que solo merecen un par o tres de respuestas.
¿En qué condiciones climatológicas, digamos que fresquitas, te has atrevido a fotografiar?
Como en toda mi vida laboral no hice ningún viaje ni al polo norte ni al sur y ahora, ya jubilado, ni mi salud ni mi pensión me permiten hacer planes de ese tipo os contaré que una vez estuve en mis queridas montañas a 14ºC bajo cero y con un viento de tres mil pares de narices. Eso si, era un día soleado, pero en la sombra no. Llevaba la cámara, que entonces era la EOS 5D Mark II, metida dentro del anorak, y el solo hecho de sacarla, ponerla en el trípode, quitarme los guantes, componer disparar y guardarlo todo hacía que las manos se me congelaran y me dolieran de tal modo que dentro de los bolsillos tardaba por lo menos 10 eternos minutos en volver a poder mover los dedos. La cámara, sin embargo, aguantó perfectamente esos envites.
Si te apetece, cuéntanos tu historia, tu aventura, tu proeza, tu lo que quieras, y si no, pues no pasa nada y quedamos tan amigos.
Así está mi pueblo ahora, y yo en Barcelona y con estos pelos. ¿Será posible, hombre?
- Benasque y Cerler
- Los Llanos del Hospital: estación de esquí nordico y enclave paradisíaco
- Barrabés: la supertienda de montaña a la entrada de Benasque
- Estación de esquí de Cerler: El Ampriu y Cota 2000 (por ahora aún cerrada para desdicha del pueblo)
- Refugio Angel Orús
- Refugio de Estós
- Refugio de La Renclusa
Yo no puedo decir a que temperatura minima, pero con hielo y nieve muchas veces, una de las mas impresionantes heladas, fue en el centro de NY, siempre recuerdo que fuera de un restaurante, habian almacenado unas barras de hielo, pasaban los dias y no se descongelaron, los termometros marcaban -18 a medio dia. La percepción de frio es muy relativa, todo depende de como estes equipado, puedes pasar mucho frio , si no tienes ropa adecuada, en una casa sin calefacción en las Canarias, experiencia personal durante el mes de diciembre, que no en el valle de Cerler en medio de una ventisca, sin visibilidad, pero eso si, bien abrigado, tambien me ha pasado y fue muy divertido.
A diez bajo cero he ido en moto y en bici de montaña, y la experiencia fue mas enfocada a mirar por donde pisaba con esos medios de transporte que la ausencia de calor que existía en esos momentos.
Por eso, era mas importante…no caerse, porque hacerlo con sensación de frio en el cuerpo, o como una momia petrificada es….inolvidable en muchos aspectos que podría contar pero no considero de mucho interés para los parroquianos.
Así, que cuando he caminado por la nieve o en medio de lluvias y rodeados
de tormentas eléctricas, las prioridades han sido otras que si, algo le pasaba al equipo, el cual, nunca me ha dejado tirado en esas aventuras porque algunos de los trucos comentados por el Sr. Hogan, se aprendieron mucho antes por otras razones.
Pero si, hay una verdad inmutable que expresa el valor y la belleza de la nieve en esos entornos hostiles llenos de frio en los que se posa la misma, que me contaron cuando estuve una vez en las Maroon Bells….la nieve es blanca, pero negra.
Yo por mi parte, la temperatura más baja a la que he estado ha sido -17grados C, en la localidad alemana de Haste, cerca de Hannover.
Había metro y medio de nieve y yo en la estación de tren armado con mi Nikon D7100 y el Nikkor 50 mm, f/1.8.
La cámara ni se inmutó, pero mis dedos tardaron en volver en si. El día anterior habíamos viajado, la familia y yo desde Tenerife, para pasar la navidad, y pasamos de tener 26 grados C a -17 grados C. Fue espectacular.