Hace ya unos días mi amigo Germán Pierre me avisó de que si me habían “entusiasmado” los análisis de los dos catadriópticos de Nikon y Tamron, para el que estaba probando ahora iba a necesitar una caja de Valium Forte.
Pues bien, yo le hice caso y desde entonces no entro en su WEB sin tener a mano el desfibrilador portátil y una caja de Trankimacin 0,5 con sus 28 pastillas dentro.
Menos mal que ha sido así. Al ir a ver en este análisis el apartado nitidez (ya sabéis que yo soy un neura con ese apartado) he sufrido la correspondiente fibrilación y después de que mi mujer me aplicara el “chispazo” también correspondiente me he hecho un batido con las 28 pastillas del tranquilizante y he agotado mis existencias.
No se si habréis captado el subliminal mensaje que hay en ello.
En caso negativo, entrad aquí, pero por favor, entrad prevenidos y con suma cautela. Esto no es el Tren de la Bruja, es la verdadera Casa del Terror. Yo ya he avisado.
Episodios anteriores:
La foto de la pared es tremenda. A igual tamaño del escenario, 3 x 7 ladrillos, un objetivo normalito de 50mm, mostraría los detalles del cemento. Hasta las hormigas, si las hubiera.
Sin embargo, es ideal como excusa para salir a pasear, a divertirse, y no llevar mucho peso en la mochila.