Imaginemos un escenario imaginario, que por eso lo imaginamos.
Un malvado brujo con la cara del político que más “apreciéis” se os presenta delante de vosotros y con su varita mágica echando humo y chispas verdosas y os lanza un hechizo que convierte todo vuestro equipo fotográfico en una Tarjeta Black cargada por el amigo mejicano de nuestro querido Rey Demérito pongamos que con 50.000 euros.
Disipado el humo del hechizo y pasada la emoción del momento, os veis libres de ataduras y remoras, y con todos vuestros conocimientos intactos decidís ir a vuestra tienda favorita con la susodicha tarjeta entre los dientes:
- ¿Qué le pediríais al tendero?
Pues ya veis como está de “loca” mi segunda neurona. Esto es lo primero que ha acudido a mi cabeza cuando he visto el segundo de los artículos que ha publicado Óscar Condés más o menos sobre este tema. El primero, que el mismo referencia, es de hace eones.
- Xatakafoto: merece la pena comprarse una cámara reflex full frame (23-11-2018)
- Xatakafoto: merece la pena comprar una cámara mirrorless full-frame (20-1-2021)
No sería cortes desaparecer sin más sin poner mi opción, porque entre otras cosas ya la sabéis.
1.- En mi vida actual, con la impronta canonista aún grabada a fuego en mi alma:
- Una Canon EOS-R5 (para paisaje)
- Una Canon EOS-R6 (para florecillas macro)
- Un RF 24-70mmF2,8L IS USM (para paisaje)
- Un RF 70-200mmF4L IS USM (para paisaje)
- Un RF 85mmF1,2L USM (para retrato)
- Un RF 100mmF2,8L IS USM Macro (para macro de florecillas)
Y aún me sobraría para más de 35.000 cafés.
2.- En mi próxima reencarnación, libre ya de cualquier impronta:
- Vaya Vd a saber.
Necesito urgentemente un 28-135mm f/2,8-4 de no más de 600 gramos. Incluso aunque necesite alguna corrección por soft. La cámara no es problema.
En mi vida, e probado muchas marcas y mi elección siempre fue condicionada, si la economía lo permitía, por el sello de identidad de la colección de objetivos, resolución, contraste, color, viñeta, distancias focales, así que antes de comprar, me estudiaba los objetivos que me interesaban de cada una de las marcas. Mi primer equipo fue Pentax y me hizo muy feliz, cuando decidí cambiar, las opciones fueron Nikon y Canon, en esa época, ahora no se, las lentes Nikon, como norma general, ofrecían una construcción muy solida y mas contraste, lo que en película se traducía en sensación de calidad, mientras que Canon en general daba imágenes ligeramente mas suaves, mas fácil para compensar la falta de latitud de la película diapositiva y mas fáciles de tratar en el revelado B/N, hablo de los años1980/90.
Siempre pienso que ese tipo de comparativas, serian muy importantes e ilustrativas, seria formidable que algunos de los súper expertos que hay en temas de lentes, hiciesen un análisis general de las distintas colecciones de ópticas que cada marca tiene y que nos desvelasen las diferencias esenciales calidades y defectos, en general de cada fabricante. Del mismo modo que otros productos, por ejemplo, los coches que tienen su personalidad y uno elige la marca en función de sus necesidades, también los fabricantes de ópticas/cámaras, imprimen una personalidad, una identidad a sus productos, conocer ese dato sería muy importante para elegir mejor.
Con el tiempo te das cuenta que te conformas con poco. En mi caso la X1D de Hassel con un 30 y un 80. Con el sobrante me apunto en el primer viaje a Marte y me pensaría lo de volver.
Me apunto a casi lo mismo pero en versión Fuji.
La rumoreada GFX100S que se presentará la semana que viene, objetivos GF 23, 45 y 110, un set de flashes portables godox, un tripode gitzo de los buenos, una impresora tamaño a2 de buena calidad y un pc/mac de 4000€ equipado con capture one y photoshop con su pantalla eizo a juego 🙂
ah, y una x100v para cuando quiero ir a comprar el pan o a comer por ahí. creo que lo que cuento costaría unos 30.000 no? los restantes 20.000 me los gastaría en libros de fotografía, una colección de 200 volúmenes o así y en pagar un seguro de todo el equipo.
ay que bueno es soñar…