Guardad esta peliculita en el baul de los recuerdos. Si algún día conseguís arrancar de las manos de vuestros nietos la tablet o el telefonillo, o mejor aún, le coláis en ese dispositivo ya simbiótico en ellos la susodicha peliculita igual captáis su interés aunque solo sea para que os pregunten fascinados: ¿cómo es posible que hace tan pocos años fuéramos tan carcamales?
En realidad se trata de un cuento, un cuento que empieza más o menos así:
Erase una vez:
Ilford Photo se inició en 1879 cuando Alfred Hugh Harman comenzó a fabricar placas secas de gelatina en su casa de Ilford, Reino Unido. Desde entonces, el nombre de Ilford ha tenido una presencia establecida y respetada en la industria de la fotografía.
Nota tonta: a mí el cuento me ha encantado, pero aún no tengo nietos.