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El extraño caso de la desintegración espontánea de algunos lentes del Canon RF 100-500mmF4,5-7,1L IS USM: ¿tal vez hay alguna maldición volando por ahí?

Que cosas pasan, ¿verdad?

¿Cuando entenderá el Sr.Canon que mis cariñosas maldiciones, aunque solo sea por machaconería e insistencia, acaban surtiendo efecto?

¿Cuando entenderá el Sr.Canon que la única manera de librarse de sus desgracias y de recuperar el prestigio perdido y la confianza de no menos de tres mil millones de canonistas desesperados es diseñar y fabricar un EF 24-70F2,8L ISM III, o un EF 24-70F2,8-4L IS USM o un EF 24-70F4L IS USM II pluscuamperfectos?

Empiezo este sábado de gloria con una ventisca huracanada en Barcelona de esas que invitan al paseo sin riesgo a que la sopa coronavírica lo ataque a uno, dando mayor visibilidad al “poltergueist” que nos cuenta José en el El Rincón del Lector.

Fuentes generalmente bien informadas como son las de Roger Cicala de Lens Rentals cuentan que se ha detectado un extraño fenómeno que consiste en la desintegración espontánea de algunos lentes internos del Canon RF 100-500mmF4,5-7,1L IS USM.

Aún estoy en el primer curso del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y mis hechizos del tipo maleficio (los más difíciles) son aún de principiante y el resultado es imprevisible.

Estoy seguro que mi amigo Roger anda enloquecido por el asunto, pero en este caso ni él ni el mismísimo Sherlock Holmes sacarán nada en claro. Que nadie piense que en el Circo del Sr.Canon están creciendo los enanos. El origen de todo, tal como acabo de contar, es mágico y tiene nombre propio.

Encontraréis la crónica de este horror en:

Muchas gracias, Pepe.

adolfo

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