Crónica de una noche de insomnio: va de virus, Satanás.

COVID-19: ni vivo ni muerto, pero cabronazo.

Primero las premisas:

• Un virus no está ni vivo ni muerto.
• Su única función es reproducirse de la forma más eficaz posible.
• Un virus no sabe si es bueno o es malo.
• Por tanto el “joio bicho” no es un bicho, en todo caso es un “pre-bicho”
• Un virus letal es un fracaso, pues mata al huésped y por tanto anula su forma de reproducción.
• Un virus inofensivo pero con alta capacidad de infección y transmisibilidad es un virus de éxito.
• Las leyes de Darwin se cumplen en un virus de forma ultra acelerada. La “cosa” muta y muta en busca del éxito.
• La cepa Boris Johnson es un 30% más transmisible que la normal, pero se dice que también es un 30% más letal. Es por tanto un éxito y un fracaso a la vez. En suma, un experimento más.
• La humanidad va detrás del virus cruzando los dedos para que no aparezca una cepa Trump que sea inmune a las vacunas que están en marcha.
• Lo único bueno de todo esto es que ya sabemos cómo acabar con la gripe, los catarros y los refriados. Este invierno no ha habido ni uno.

Y ahora las preguntas:

• ¿Conseguirá el virus acabar siendo un completo éxito y pasar a ser simplemente un parásito inofensivo?
• ¿Conseguirá el virus acabar siendo un completo fracaso, pasar a ser violentamente letal, y acabar con la humanidad?
• ¿Por qué no hemos “parado el mundo” durante un mes en lugar de arrastrar una larga agonía que ya dura un año y lo que te rondaré, morena.
• ¿Por qué los gobiernos (por ejemplo el nuestro) no se han deshecho en dar ayudas directas a los que lo están pasando muy mal?
• ¿Por qué la Administración, en lugar de agilizar sus procesos, parece que haya lubrificado su maquinaria con Araldit Rojo?
• ¿Qué pasaría si el Banco Mundial y los Bancos Centrales de todos los países se dedican a imprimir dinero y repartirlo?
• ¿Qué pasaría si desde un oscuro rincón de los sótanos de la ONU se repartiera un sobre a cada habitante de nuestro planeta con, pongamos, el equivalente a 5.000 € al mes?
• ¿Se devaluaría la moneda? Si, pero si eso pasa en todo el mundo, ¿con respecto a qué?
  • ¿La gente dejaría de trabajar, de producir bienes y servicio, y simplemente la humanidad se moriría de hambre en un mes?
  • O quizás se actuaría con responsabilidad y se seguiría trabajando, pero menos y sin agobios, y solo lo suficiente para cubrir las necesidades de bienes y servicios esenciales y no esenciales, pero sin las miserias que impone el dinero y simplemente en aras del servicio y del conocimiento.

Resumiendo:

• ¿A final de este curso la nota de corte de la selectividad para la carrera de epidemiologo será de 14?
• ¿Es posible otro “sistema”, es posible otro “orden mundial”?

¿Como puedes ser tan mala?

El colosal desafío que propongo al lector no es reflexionar sobre todo lo anterior, sino determinar por qué esta noche de insomnio se me ha aparecido mi querida Madre del Amor Hermoso en un rincón de la habitación en forma de zarza que ardía sin consumirse y que tampoco echaba humo (para no ahumar el techo) y me ha torturado con todas estas reflexiones.

Quizás os de una pista sus primeras palabras. Al empezar me ha dicho esto:

Mi querido Adolfo, como no te traigo noticias ni de tu EF 24-70F2,8L USM III, ni de tu EF 24-70F2,8-4L IS USM ni tampoco de tu EF 24-70F4L IS USM II, que esas cosas solo las sabe mi hijo y no me ha dicho nada, si que te voy a revelar unas revelaciones para que puedas ir a contarlas a Tele5 y al Hola y así te hagas un sobre sueldo cual vulgar Belén Esteban que te permita transfugarte a “mirrorless”.

Ya veis, Dios si juega a los dados, y lo hace conmigo. Me cachis en la mar.

• ¿Por qué me pasan estas cosas?

¿Que debo hacer, a Sálvame de Tele 5 o al Hola?