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Chris y Jordan se calientan las manos con el “G-Tech battery-powered hand warmer” y nos cuentan el gustito que da.

Ande yo caliente y ríase la gente.

Imaginemos el siguiente escenario totalmente ficticio: tú eres un fotoperiodista comprometido y estás cubriendo un acto electoral de cualquier partido político. A las pocas palabras del ponente de turno se te hiela la sangre y tu temperatura corporal desciende a 500 ºC bajo cero. Naturalmente las manos se te quedan heladas y no puedes realizar tu trabajo. El ERE te amenaza y el pan de tus hijos peligra. ¿Qué hacer?

Pues echar mano a esta calenturienta criatura, salir del apuro, y en cuanto llegues a la agencia de prensa pedir tu traslado para cubrir eventos más seguros en Afganistan, Irak, Siria, Sudán del Sur, Somalia, y cosas así.

Entre tanto, igual esto te ayuda.

Nota tonta: cualquier persona razonablemente formada, es decir todos menos los políticos, sabe que el cero absoluto: -273,15 ºC es la temperatura más baja posible pues en ese momento la energía de las partículas es cero, así que debéis tomaros lo de -500 ºC como una licencia poética.

No obstante me consta que se están haciendo sesudos estudios en el LHC del CERN para ver si ese límite es real, y para ello se han distribuido a través de los electroimanes superconductores del acelerador de hadrones  varias pantallas OLED de 150” con discursos de políticos españoles y catalanes en plena campaña electoral para ver si la temperatura baja por debajo de ese inalcanzable umbral. Si se consigue, y no dudo que tendrán éxito, sobre todo por los catalanes, aparte de ahorrarse un montón de energía, podrán estudiar sucesos que nos aproximarán prácticamente al momento exacto del Big Bang.

adolfo

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