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Esto no es un análisis del Nikon NIKKOR Z 24-200mmF4-6,3 VR, es un elogio a una envidiable niebla amiga.

Me encantan las fotos de este tipo.

Venga, vamos a jugar a un juego de ROL.

Si esto es un análisis nuestros políticos son sabios, moderados, dialogantes y empáticos con el pueblo al que representan.

Os lo pongo porque a mi me fascina la niebla pero en mis queridas montañas nunca he tenido la suerte de tener una niebla intensa, duradera y estable. Me encantan las siluetas de los arboles difuminadas por la niebla, pero en mi pueblo de adopción (Benasque en Huesca) siempre que aparece es esquiva, movediza y maliciosa. La tengo que perseguir en posición y en altura y normalmente cuando llego ya no está allí. Parece que me tenga manía.

Es por eso que os pongo aquí este análisis que lo que me ha producido es una envidia cochina al ver al ponente regodearse explicando cosas mientras el paisaje neblinoso deviene inalterable.

  • Esto lo he sacado de las breves de Nikon Rumors donde hay muchas más cosas.

Nota nada tonta: el primero que haga un 24-200mm, aunque sea F4-6,3 con calidad Zeiss Otus en todo el rango focal, no solo se llevará el tigre de bengala al agua, sino que se lo quitarán de las manos y se hará trillonario. No dudéis que yo seré uno de los primeros en la cola.

Nota menos tonta aún: para cuando pueda volver a Benasque, que será en otoño, me pido unos cuantos días de niebla así. ¿Oído mi querida Madre del Amor Hermoso?

adolfo

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