Vamos a ver. Google es Dios, y si Dios diseña un telefonillo le repatean los cataplines no ser el número uno en este mundo, más aún cuando el ecosistema en que evolucionan todas las criaturas es todo suyo y se llama Android. Es por ello que a base de “creación” y “creación” intenta con ahínco acceder al puesto que le corresponde.
11 minutos tocando la gloria, ¿os lo podéis creer? Bueno, quizás “me pasao” un poco, pero 11 minutos si que son.
Nota tonta: no, no, los iPhone pertenecen a otro ecosistema, y a este otro hay “quecharle” de comer aparte.