Eso de estar en el sitio adecuado en el momento preciso cobra toda su magnitud en los eclipses de Sol donde solo una estrechísima y privilegiada franja sobre la corteza terrestre puede disfrutar de un fenómeno así. Es el “instante y magia”
Yo solo he visto uno parcial hace bastantes años aquí en mi tierra. No se que grado de ocultación tuvo, desde luego no llegó al 50%, pero la sensación fue de “total irrealidad”: la luz bajó de intensidad y era extrañísima, diría yo que azulada. Fue mágico, así que ni puedo imaginarme lo que sería una ocultación total o por lo menos anular.
En el artículo que acabo de ver han puesto la Tierra justo al lado del Sol y a escala. Se trata simplemente de una cura de humildad. No somos nada y en la inmensidad del universo mucho menos aún.
Como dijo mi otro amigo también sabio: no somos nada, y menos en calzoncillos.